Treinta años después, en muchos países del mundo la homosexualidad está castigada con la pena de muerte o cárcel. En lugares más "abiertos", como es el caso de España, la propia Reina Doña Sofía señala que "puedo comprender, aceptar y respetar que haya personas con otra tendencia sexual, pero ¿que se sientan orgullosos por ser gays? (...) que a eso no lo llamen matrimonio, porque no lo es."; o en Estados Unidos, donde esta vez en el estado de California se combate con otra proposición, la número 8, que pretende abolir el matrimonio homosexual.
Elegir Castro para la premiere de "Milk" no fue casualidad. Éste es el barrio gay por excelencia de California, epicentro de las luchas para evitar que la proposición 8 salga adelante. Tal como señala un artículo de elpais.com, "con el estreno de la película, el legado y la lucha de Milk quedaban oficialmente resucitados. Y Sean Penn se embarcaba en una campaña que, según opinión generalizada, podría acabar con el Oscar al mejor actor. (...) "Esta gala va a generar mucha atención", declaró el actor Emile Hirsh. (...) "Si conseguimos un impacto contra la propuesta antihomosexual será genial", añadió Brolin. (...) Las calles se llenaron de carteles y proclamas de los años setenta, mietras Sean Penn chillaba "¡mi nombre es Harvey Milk y estoy aquí para reclutarte!", la frase que hizo famoso a su personaje, un luchador que, dicen quienes le conocieron, también sabía ser excesivo, ambicioso. El resultado es rabiosamente contemporáneo y más que notable, según ha sentenciado la crítica estadounidense. El estreno, adelantado a poco antes de las elecciones, ha sido también la oportunidad, nada desaprovechada, para que Hollywood entre en campaña. Los esfuerzos contra la Proposición 8 se han redoblado. Una cena benéfica ha servido para recolectar hasta 3,9 millones de dólares (tres millones de euros) destinados a la causa. (...) "A Harvey le habría encantado saber que Sean Penn iba a hacer su papel", subrayó un amigo de Milk.
No es la primera vez que la historia de este activista llega a las pantallas estadounidenses. En 1984, Robe Epstein obtuvo un Oscar al mejor documental por The Times of Harvey Milk. En esta ocasión, la dorada estatuilla tocará muy probablemente otra historia de esas que los estadounidenses adoran por ser "más grandes que la vida".
No es la primera vez que la historia de este activista llega a las pantallas estadounidenses. En 1984, Robe Epstein obtuvo un Oscar al mejor documental por The Times of Harvey Milk. En esta ocasión, la dorada estatuilla tocará muy probablemente otra historia de esas que los estadounidenses adoran por ser "más grandes que la vida".
Hace unos días ya anunciábamos que la productora quería seguir la jugada de la discrección y no causar tanto revuelo mediático como le pasó a "Brokeback Mountain". Un fenómeno que, según los analistas, fue lo que determinó que no se llevara el Oscar a mejor film. Sin embargo, esta presentación en Castro demuestra que esta película no podrá quitarse la responsabilidad social que tiene. Y que treinta años después, la vida no sigue igual... pero casi.
(Podéis ver más fotos del estreno de "Milk" en el blog de José Barriga)
No hay comentarios:
Publicar un comentario