lunes, 15 de septiembre de 2008

CRÍTICA DE "CHE, EL ARGENTINO"

El rostro invisible
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Nota: 6 (***)
Podríamos decir que "Che" no es en realidad una película, y algún bromista podría decir: "No, en realidad son dos". Pero cuando digo esto me refiero a que esta ardua empresa creada por Soderbergh responde más bien a una veneración absoluta por un hombre que para muchos es símbolo de libertad y esperanza. Todo parece creado para regocijo de sus admiradores, una expresión (quizá capitalista, aunque suene a contrasentido) para ampliar el poder de una sombra que sigue ganando adeptos a pesar de llevar muerto cuarenta años.
"Che" no quiere tomar partido, pero lo hace. Y no podríamos decir que es injusto como sí podemos decir de otras películas, porque "Che" pretende ser la correa de transmisión del mensaje de su protagonista. No con un fin político, no me malinterpreten. Soderbergh no quiere convertirnos en socialistas revolucionarios, sino entender sus ideas a través de sus acciones. Acciones muchas veces inadecuadas e injustas, pero que sirven también para entender a ese personaje. Pero ese es, muy probablemente, el gran desacierto de la película. Hay cantidad de películas biográficas hechas a lo largo de la historia del cine, y todas ellas nos quieren contar a menudo el otro lado de ese personaje del cual toman su vida para crear la película. Ver a través de otro cuerpo lo que no está escrito en los libros de historia o en los periódicos, ofrecer la otra perspectiva de la celebridad. "Che" no ofrece eso: Ernesto Guevara queda reflejado en el film de Soderbergh como un icono, un ser de inteligencia superior que llevó a Cuba a la revolución. Ayuda a los enfermos, enseña a leer y escribir a los analfabetos (gran frase del film: "Un pueblo que no sabe leer ni escribir es un pueblo fácil de engañar" ¡Cuánta sabiduría!), pero cuesta identificarse con él, cuesta verle como un humano más que simplemente tomó un camino más arriesgado. Es tal la aparente adoración que sienten Soderbergh y Del Toro acerca del tipo al que quieren reflejar, que se les olvida ese gran detalle. Y es ahí donde la película empieza a mermar. Cuenta con un gran atractivo visual y las escenas de batalla están bien desarrolladas. Sabe ingeniar, salvo en los primeros diez minutos, los saltos en el tiempo de tal forma que la causa revolucionaria que vemos tenga sentido con el mensaje de Ernesto Guevara, y es correcto no dejar ese mensaje fundamental sólo para el final. "Che" es una película que nos lleva a la reflexión constante, y ahí se encuentra el acierto fundamental. Eso y que para encarnar en el cine al Che se eligiera a Benicio del Toro, absolutamente soberbio en su papel.
Sin embargo, y no hará falta ver la segunda parte, con esa falta de humanización, Soderbergh no consigue desmontar al mito y convertirlo en terrenal. Y, por tanto, a pesar de que su cara sea todo un lema y todo un símbolo que se sigue impresionando en camisetas, paredes o retratos; todavía esa cara sigue siendo invisible. Al menos, en su perspectiva más importante.

1 comentario:

Mark Rubio dijo...

Yo ya perdi la esperanza de esta pelicula...

Lo curioso, es q al final, "Che" es la primera pelicula q se desinfla y cae de la carrera de los Oscar (aunque a saber q dicen los criticos y el publico alli en America...).
Pero es realmente curioso q sea esta, y no Revolutionary Road o Australia, para muchos, las favoritas en ocupar ese puesto.

¬¬

Y a Wall-E para cuando lo dejas???
Si no quieres hacer critica, me conformo con q me digas la nota q le das. Xo quiero saberla!!
=P

saludos!