Pero este mal es un error que sacude a todos los festivales. Nos olvidamos que la grandeza de un festival internacional de cine se encuentra en las películas que proyecta, sea en la sección que sea. Las presentaciones fuera de concurso están bien, pero no deben eclipsar lo que realmente importa. Puede ser un proyector de estrellas fascinante, pero también debemos dar repercusión a esas cintas pequeñas que enamoran en las salas del festival. El problema de la prensa es que no hacen caso a esos descubrimientos y solamente piensan en asistir a la rueda de prensa de tal o tal estrella de Hollywood. Lo malo es que un festival sin proyección mediática parece un festival mediocre. Sin embargo, los propios organizadores deben darse cuenta de que eso no es así, y que la grandeza de un festival se encuentra en la capacidad de descubrir nuevos talentos, exhibir joyas cinematográficas y acercar al público obras que no pueden verse en el circuito comercial.
San Sebastián ha logrado este año una gran mezcla de ambas: glamour y buen cine. Tal vez luego las películas no estén a la altura de lo esperado, pero es una sabia decisión que puede hacer crecer aún más a un festival tan maravilloso como es el de San Sebastián.
3 comentarios:
Yo, mi opinion es q en un festival no deberia de haber peliculas "fuera d concurso".
Me parece un tanto estupido. Todas las pelis q se proyectasen tenian q estar en alguna seccion, asi, por lo menos, las pelis llenas d estrellas y hollywoodienses tendrian calidad.
saludos!!
El único problema es que los españoles tenemos complejo de inferioridad. San Sebastián está a la altura de cualquier otro festival y este año su sección oficial tiene títulos más importantes e interesantes a priori que Venecia. A ver si hacemos lo mismo que en Cannes y la Concha de oro va a parar a un film español. Viva ssebastian!
El festival de San Sebastián tiene el handicap (al igual que Venecia, pero incluso un poquito más) de estar el último en el calendario. Berlín aprovecha gran parte de los títulos pre-Oscar, Cannes barre con todos los títulos importantes de la primavera, y luego Venecia se queda con avances de temporada... Es cierto que a veces se escapan algunos títulos, como este año, y San Sebastián ofrece entonces -a priori- un festival mejor...
No hya que olvidar que ante la adversidad el festival español ha sabido, con el tiempo, ocupar el espacio que le dejaban los grandes: mirar hacia el continente sudamericano, tender una mano al cine iraní y de otros países de la zona, buscar algunos tesoros ocultos (sí los hay) entre el último cine español, etc.
Creo que si se mantiene es porque sabe qué clase de festival es. Lo ha asumido, y eso es importante.
Ah, por cierto, abrir con Allen, Banderas, Bardem, Griffith, Demme, etc. tampoco es moco de pavo.
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